La Cultura en Extremadura

La Cultura en Extremadura 

La Cultura en Extremadura
La cultura en Extremadura. Es evidente que la consejera de cultura de Extremadura DÑA. TRINIDAD NOGALES BASARRATE aporta desorientación y falta de liderazgo en un sector en crisis que necesita la política cultural. Necesitamos un impulso de la cultura, en momentos de transito desde una economía de subvención hasta otra de una forma más privada o adquirir  las dos maneras juntas. El tiempo pasa, y hay que arremangarse, se tiene que liderar políticas efectivas y tomar medidas urgentes delante de la recesión que afecta a la cultural. Y basta ya de recortes a la cultura, reducir inversiones en cultura nos empobrece individual y colectivamente. Los recursos públicos destinados a la cultura por la Junta de Extremadura se han reducido tanto en estos 11 meses de gobierno que nos aleja  mucho de las promesas y cambios que habían prometido los nuevos inquilinos de la Junta de Extremadura. La falta de compromiso y falta de criterio y la desorientación de un departamento de cultura que no sabe donde va. La cultura pide soluciones urgentemente. No conocemos las propuestas de la conserjería, sobre las actuales dificultades de gestión cultural público, abocadas a una sucesión de recortes sin precedente.Hay un problema de gobernar y de creación pública, de sostenibilidad y de adaptación a la sociedad digital. No pueden rehuir los efectos de la crisis sobre el sector cultural, porque la cultura no es un lujo, ni un gasto extraordinario, es una inversión de futuro. Empobrecer la cultura nos empobrecemos socialmente y económicamente. Creadores, gestores, emprendedores y empresas del sector, viven una situación muy delicada por la falta de un modelo económico que facilite el desarrollo de la producción. Las soluciones para el sector cultural no depende tanto de la existencia de grandes presupuestos, en un marco que le permita aprovechar las posibilidades de una nueva economía. En esta consejería parece parada la cultura. Una prueba de todo esto es la falta de liderazgo en la cultura de Extremadura.                                                     

La Cultura en Extremadura

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La cultura en Extremadura. Es evidente que la consejera de cultura de Extremadura DÑA. TRINIDAD NOGALES BASARRATE aporta desorientación y falta de liderazgo en un sector en crisis que necesita la política cultural. Necesitamos un impulso de la cultura, en momentos de transito desde una economía de subvención hasta otra de una forma más privada o adquirir  las dos maneras juntas. El tiempo pasa, y hay que arremangarse, se tiene que liderar políticas efectivas y tomar medidas urgentes delante de la recesión que afecta a la cultural. Y basta ya de recortes a la cultura, reducir inversiones en cultura nos empobrece individual y colectivamente. Los recursos públicos destinados a la cultura por la Junta de Extremadura se han reducido tanto en estos 11 meses de gobierno que nos aleja  mucho de las promesas y cambios que habían prometido los nuevos inquilinos de la Junta de Extremadura. La falta de compromiso y falta de criterio y la desorientación de un departamento de cultura que no sabe donde va. La cultura pide soluciones urgentemente. No conocemos las propuestas de la conserjería, sobre las actuales dificultades de gestión cultural público, abocadas a una sucesión de recortes sin precedente.

Hay un problema de gobernar y de creación pública, de sostenibilidad y de adaptación a la sociedad digital. No pueden rehuir los efectos de la crisis sobre el sector cultural, porque la cultura no es un lujo, ni un gasto extraordinario, es una inversión de futuro. Empobrecer la cultura nos empobrecemos socialmente y económicamente. Creadores, gestores, emprendedores y empresas del sector, viven una situación muy delicada por la falta de un modelo económico que facilite el desarrollo de la producción. Las soluciones para el sector cultural no depende tanto de la existencia de grandes presupuestos, en un marco que le permita aprovechar las posibilidades de una nueva economía. En esta consejería parece parada la cultura. Una prueba de todo esto es la falta de liderazgo en la cultura de Extremadura.